A pesar del optimismo con el que el gobierno habla del mercado laboral y con las dudas que existen en torno a las cifras ofrecidas por el Ministerio de Trabajo.
Esta vez sí que no hay dudas, los datos presentados por el Ministerio de Trabajo a partir del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) el pasado 2 de febrero, muestran como el paro registrado vuelve a aumentar. De esta forma, se rompe la tendencia decreciente que venía marcando este indicador en los últimos tiempos (tan solo denotaba un ligero aumento en el tercer trimestre respecto al segundo de 2022).

Dicha inconveniencia ha sido refrendada además por los datos de afiliación a la Seguridad Social, notándose una disminución en el número de afiliados con respecto a la conclusión del año 2022 en más de 215.000 personas:

Incongruencia en las cifras ofrecidas por el Ministerio de Trabajo
Aunque no se había llegado a manifestar un incremento del paro registrado, las estadísticas ofrecidas por el SEPE ya mostraban a finales de 2022 una tendencia que venía produciéndose desde el último trimestre del recién pasado año. Y es que, los demandantes de empleo crecían al mismo tiempo que los parados registrados estaban disminuyendo.
Para comprender un poco mejor la cuestión, atendemos a lo que el SEPE define como demandantes de empleo: “trabajadores que se inscriben en los servicios públicos de empleo para la búsqueda de un empleo o para mejorar el que ya poseen (…) o por la obligatoriedad de inscribirse para percibir una prestación contributiva o subsidio”.
Es decir, dentro de la totalidad de demandantes diferenciamos entre los parados propiamente dichos y el resto no parados:

Es en este punto donde pueden saltar las alarmas del lector, pues como se aprecia en estos datos ofrecidos por el SEPE, en el último trimestre de 2022 se produjo un aumento de demandantes de empleo del 3,31% con respecto al anterior trimestre y simultáneamente concurre una reducción de número de parados del 3,54% en el mismo periodo. En el caso del mes de enero respecto a diciembre, se produce un aumento de demandas, aunque en esta ocasión sí va acompañado de un incremento del paro registrado.
Subcategorías de demandantes de empleo no parados: fijos discontinuos
Estos datos pueden llevar fácilmente a confusión, pues es difícil comprender cómo en un país en el que el paro disminuye durante un periodo, al mismo tiempo se está produciendo un incremento de las personas que se encuentran en búsqueda de empleo.
Por ello, pormenorizamos en las subcategorías que integran los demandantes de empleo no parados. De este modo, resulta de especial interés poner el foco en las personas que se encuentran bajo relación laboral, pues dentro de ellos se incluyen a los fijos discontinuos:

La respuesta a esta tendencia, apunta a que el número de personas que aun teniendo un contrato de trabajo en vigor precisan de una prestación va en aumento. Esto advierte a que muy probablemente, individuos considerados como ocupados por el Ministerio de Trabajo no se encuentren realmente activos en ese momento. En otras palabras, se traten de fijos discontinuos en periodo de inactividad.
En definitiva, las malas cifras de empleo publicadas para el mes de enero ya estaban siendo advertidas por esta incoherencia en los datos antes mencionada. De hecho, cada vez hay más voces que piden que los individuos bajo contratos fijos discontinuos sean considerados como parados cuando se encuentren en periodos de inactividad, pues lo contrario puede ser apreciado como un maquillaje de cifras.